La batería, el alma de la Motocicleta.
La batería, el alma de la Motocicleta.
La batería es un acumulador de energía cuya función principal es poner
en marcha el motor del vehículo. La acumulación de energía
se realiza por medio de un proceso químico entre dos placas de plomo y un
líquido llamado electrolito formado por agua y ácido sulfúrico.
En baterías con
mantenimiento es importante comprobar el nivel del electrolito en cada uno de
los seis vasos, debe estar un centímetro por encima de la parte más alta de las
placas. En caso contrario será necesario añadir agua destilada hasta alcanzar
el nivel correcto. Es muy importante no utilizar agua del grifo
porque contiene minerales que interfieren en las reacciones químicas y dañan a
las placas.
No es necesario añadir ácido porque
no se evapora como el agua, sino que permanece en el interior del vaso.
Solamente será necesario añadir
ácido si se ha producido un derrame del electrolito de la batería, siempre
controlando el proceso con el densímetro para que no se altere su capacidad.
La reacción química que se produce
en la batería genera energía eléctrica y además es reversible. Alimentando a la
batería con una determinada tensión se consigue recombinar los elementos
químicos para regenerar la carga de la batería. Todo este proceso de carga y
descarga origina un desgaste de las placas internas. Desgaste que se acelera si
el nivel del electrolito desciende por debajo del mínimo, se utiliza la batería
con poca carga o se realizan procesos de carga muy rápidos.
El desgaste de las placas crea
desprendimiento de material que se deposita en la parte inferior del vaso
originando un cortocircuito entre las placas. Esta avería se conoce como vaso
comunicado y se detecta al aparecer
burbujas en el vaso cuando se somete la batería a un esfuerzo prolongado
(arranque del vehículo). El cortocircuito entre las placas origina la rápida descarga de la batería que puede suceder en muy pocos minutos.
Mantenimiento de la
batería
Evitar las cargas rápidas, no
debiendo utilizar intensidades mayores del 10% de la capacidad de la batería.
Una batería de 12 voltios y 75 Ah deberá cargase a una intensidad máxima de
7.5 amperios.
Otro punto importante en el mantenimiento de la batería consiste en el estado de los bornes de conexión con la instalación eléctrica. Los vapores de ácido sulfúrico pueden llegar hasta los bornes y terminales creando una capa de sedimentos que atacan al material de los mismos. Para eliminar esta capa de sedimentos se recomienda utilizar solamente agua en abundancia. Para prevenir estos depósitos de sulfato, aplicar en los bornes y terminales algún tipo de grasa o vaselina. Habrá que tener especial precaución con el agua que cae en el compartimento del motor porque puede depositarse en algún hueco y atacar a la chapa del vehículo.
Las baterías sin mantenimiento no
se pueden abrir fácilmente porque el proceso químico no es idéntico al de las
baterías con mantenimiento. El agua necesaria para el proceso químico es
generada con los elementos químicos de las placas. Por este motivo los vasos no
necesitan agua y la batería no debe ser abierta.
El mantenimiento de estas baterías
se reduce a la comprobación del estado de sus bornes y a evitar su carga
rápida.
En caso de no utilizar
el vehículo durante un largo periodo de tiempo se recomienda desmontar la
batería y realizar cargas periódicas (una cada mes) para evitar que se
descargue completamente. Una descarga completa de la batería origina un rápido
deterioro de las placas, reduciendo su vida útil.
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